Uno de los errores más comunes en el diseño web es subestimar la legibilidad de un sitio. Aunque el contenido sea relevante y atractivo, si no es legible, perderás usuarios. Desde tiempos de carga lentos hasta errores en la página, las razones por las que los usuarios abandonan un sitio son muchas, pero una baja legibilidad es un problema frecuente y fácil de solucionar.
¿Qué es la legibilidad y cómo se diferencia de la legibilidad tipográfica?
La legibilidad tipográfica se centra en la claridad de los caracteres individuales, mientras que la legibilidad general abarca la estructura de texto, diseño, colores y contenido del sitio. Ambas son esenciales para una buena experiencia de usuario.
Principales consejos para mejorar la legibilidad:
1. Enfócate en la tipografía
Elige la fuente adecuada
No existe una fuente universalmente “mejor”, pero las fuentes web seguras como Arial, Roboto, Times New Roman y Verdana son opciones confiables porque están preinstaladas en la mayoría de los sistemas operativos.
¿Serif o sans serif?
Tradicionalmente, las fuentes serif se reservaban para material impreso y las sans serif para la web. Sin embargo, con las pantallas de alta definición, ambas opciones son viables. Usa fuentes estándar para el texto principal y deja las más decorativas para títulos o encabezados.
Tamaño de fuente
El tamaño estándar ha evolucionado de los 12-14px a un rango de 18-22px. Evita tamaños menores a 16px, ya que dificultan la lectura. También puedes optar por tamaños en porcentaje para mayor flexibilidad.
Altura de línea
La altura de línea ideal es de 1.5 a 1.8 veces el tamaño de la fuente. Por ejemplo, para una fuente de 16px, la altura de línea debería ser de 24-29px.
Longitud de línea y párrafos
- Longitud: Mantén las líneas en 60-80 caracteres para evitar el cansancio visual.
- Párrafos: Limítalos a 4-5 oraciones para facilitar la lectura.
2. Usa espacios en blanco
El espacio en blanco no es “espacio desperdiciado”, es un recurso poderoso. Ayuda a organizar elementos, destacar contenido y mejorar la comprensión. Diseños despejados permiten que la página “respire” y hacen que los usuarios se sientan cómodos navegando.
Ejemplo:
Un diseño limpio puede utilizar espacio en blanco para contrastar colores vibrantes y guiar la atención del usuario hacia el contenido más importante.
3. Contraste de colores
El contraste entre el texto y el fondo debe ser suficiente para garantizar la claridad. Según las pautas de WCAG 2.2:
- 3:1: Contraste mínimo para texto grande.
- 4.5:1: Contraste mínimo para texto estándar.
- 7:1: Contraste mejorado para mayor claridad.
Evita fondos ruidosos o imágenes que dificulten la lectura del texto. Si necesitas usar imágenes como fondo, coloca el texto sobre áreas sólidas con suficiente contraste.
4. Sé breve y relevante
Los usuarios tienden a leer menos de un tercio del contenido en una página. Por eso, tu contenido debe:
- Responder preguntas de manera directa.
- Evitar lenguaje figurativo o florido, a menos que sea relevante para tu audiencia.
- Ser conciso y escaneable.
5. Usa elementos de formato
Los usuarios no leen palabra por palabra, sino que escanean buscando información relevante. Facilita esto utilizando:
- Texto en negritas, cursivas o subrayado para destacar puntos clave.
- Encabezados y subencabezados para dividir el contenido.
- Listas y citas para organizar la información.
- Imágenes para complementar el texto.
Legibilidad: Un esfuerzo compartido
La legibilidad de un sitio web depende tanto del diseño como del contenido. Diseñadores y redactores deben colaborar para garantizar una experiencia óptima. Aplica estas técnicas universales para mejorar cualquier página web o material impreso.
Artículo original por Kate Shokurova | 10 Abril 2020 publicado en Shakuro.