Después del “spam”, la inteligencia artificial nos presenta su propia versión de basura digital: el “slop”. Un contenido sin alma, creado en masa para monetizar, que amenaza con inundar Internet.
¿Qué es el slop?
El término slop, que se traduce al español como “bazofia” o “contenido basura”, hace referencia a textos, imágenes, videos y demás materiales generados automáticamente por herramientas de inteligencia artificial generativa, sin intervención humana ni supervisión de calidad. A diferencia de los contenidos creados con IA de forma asistida o intencional, el slop no busca informar ni entretener. Su único objetivo es aparentar ser contenido humano para atraer tráfico, inflar cifras o generar ingresos mediante publicidad.
El slop no es interactivo ni responde a una necesidad real. Es automatización pura, pensada para explotar las debilidades de los algoritmos y monetizar pasivamente con la mínima inversión posible.
¿Por qué representa un problema?
Así como en su momento el spam se convirtió en una molestia constante en nuestros correos electrónicos, el slop está comenzando a contaminar nuestras búsquedas, redes sociales y plataformas de contenido. Su proliferación es impulsada por lo barato y rápido que resulta generarlo gracias a la inteligencia artificial.
El problema es que, aunque nadie desea consumir este tipo de contenido, el modelo de negocio de Internet lo incentiva. La IA generativa ha facilitado la creación de textos, imágenes o videos a escala industrial, sin importar su calidad o utilidad.
Ejemplos de slop en el mundo real:
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Un artículo de viajes recomendaba visitar un banco de alimentos como si fuera una atracción turística en Ottawa.
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Libros sobre hongos publicados en Amazon, escritos por IA, con consejos que podrían ser letales.
Algunos de estos ejemplos pueden parecer absurdos, pero muchos otros simplemente frustran o hacen perder el tiempo. Peor aún: nos obligan a filtrar cada vez más contenido basura antes de llegar a información realmente útil. Esto, a largo plazo, erosiona la confianza del usuario hacia todo tipo de contenido, incluso el legítimo.

(Image credit: Illustration by Stephen Kelly / Getty Images)
La respuesta (insuficiente) de las grandes tecnológicas
La industria tecnológica ha reaccionado con lentitud ante la amenaza del slop. Algunas acciones han comenzado a implementarse:
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Meta (Facebook, Instagram) obliga a etiquetar el contenido generado por IA.
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TikTok automatiza el etiquetado de este contenido.
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Google está probando resúmenes automáticos en sus resultados de búsqueda, lo que, irónicamente, podría empeorar el problema al difuminar aún más la línea entre lo humano y lo automatizado.
Simon Willison, desarrollador y uno de los primeros en usar el término slop, sostiene que definir y etiquetar este fenómeno es crucial para crear conciencia sobre sus peligros. Así como el término “spam” ayudó a combatir el correo basura, hablar abiertamente del slop podría ser el primer paso para entenderlo y regularlo. Sin embargo, advierte que erradicar el slop será mucho más difícil que acabar con el spam.
¿Internet zombie?
La proliferación del slop se suma a un fenómeno aún más inquietante: lo que algunos llaman el Internet zombie. Jason Koebler, periodista en 404 Media, lo define como un entorno digital “disfuncional y sin sentido, donde ya no existe una verdadera conexión social”.
Este nuevo ecosistema está compuesto por bots, cuentas inactivas, humanos reales y contenido generado por IA que se mezclan en un caos donde ya no es fácil distinguir lo real de lo falso. El Internet vacío, una teoría que circula desde hace años, cobra más sentido que nunca: estamos navegando en un mar de apariencia, donde lo auténtico se vuelve cada vez más difícil de encontrar.
¿Qué sigue?
El slop llegó para quedarse, al menos por ahora. La inteligencia artificial no es el problema en sí mismo, sino su uso indiscriminado y automatizado con fines únicamente lucrativos. El reto está en cómo respondemos como sociedad digital: desde los usuarios hasta los desarrolladores, pasando por las plataformas y reguladores.
Nombrar el problema, como ocurrió con el spam, es el primer paso para enfrentarlo. Y hoy, ese nombre es slop.
Artículo original por Javier Lacort | 16 junio 2024 publicado en Xataka.