La magia de la interacción los cautiva y entretiene, al tiempo que favorece la experimentación y los insta a ir un paso más allá. Esta realidad ha tenido también un impacto en los hábitos de consumo. De acuerdo con un estudio de Ibope realizado en Colombia, México y Argentina, los niños pasan cada vez menos tiempo viendo televisión abierta. De ahí que los ratings han llegado a caer alrededor de un 10% entre 2014 y 2015. En el otro lado de la vereda, el uso de los aparatos móviles para el consumo de contenidos ha venido ganando popularidad entre los más pequeños de la casa. Tanto es así que, según la firma Influence Central, la edad media a la que los niños obtienen su propio smartphone, bordea los 10 años. Según un estudio de Ofcom, los menores entre 5 y 15 años utilizarían con mayor frecuencia celulares y tabletas, siendo éstas últimas el dispositivo preferido de los padres latinoamericanos a la hora de pensar en sus hijos.
No hay duda que los hábitos de consumo de los más chicos están cambiando. Hoy en día, los pequeños, al igual que los adultos, demandan de las nuevas tecnologías respuestas a sus más diversas necesidades. Mientras los niños buscan explorar y conocer el mundo a través de todos los recursos a su alcance, los padres encuentran en los dispositivos móviles un verdadero aliado a la hora de entretener y educar a sus hijos. De ahí que cada vez sea más común encontrar en el celular de los adultos diversas apps infantiles para disfrutar en familia.